Mostrando entradas con la etiqueta animal. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta animal. Mostrar todas las entradas

Tenencia Responsable

Al domesticar una especie animal, nos volvemos responsables de ella. En algunos casos, porque hemos alterado sus genes hasta el punto de hacerlos completamente dependientes de nosotros (como muchas razas de perro). En otros, porque los hemos llevado a lugar donde no deberían estar y ahora causan daño a otras especies. 

En un mundo humano beneficioso, los animales domésticos no deberían existir. Por un lado,  porque un animal al cuidado de otro no puede comportarse como sí mismo (y basta con observar el comportamiento de perros ferales para apreciar esto), y por otro, porque demandan recursos que nosotros debemos proveer. Recursos cuya producción es necesariamente destructiva y que, por tanto, debe reducirse. 

Pero los animales domésticos están con nosotros por ahora y debemos hacernos cargo de ellos éticamente.


No Comprar Animales
 

En una ocasión, me cuestioné si eutanasiar animales sin hogar, como lo hacen los refugios estatales estadounidenses, no es realmente humanitario. Después de todo, por un animal callejero que vemos morir ante nosotros por enfermedad o hambruna, otros 100 morirán en el anonimato. ¿Por qué no darles una muerte rápida, siendo que es imposible resolver lo suficientemente rápido el problema de la sobrepoblación animal con miles y miles de animales allí fuera?

Sin embargo, si eutanasiamos animales de la calle diciendo que es una solución humanitaria a la sobrepoblación mientras criamos perros de raza para ser vendidos como mercadería, resulta superficial e hipócrita decir que la eutanasia al por mayor es un necesario acto de compasión. Al menos al analizarlo como “política de Estado”.


Por tanto, la primera solución para eliminar la sobrepoblación animal (y el sufrimiento que conlleva) es no comprar animales y adoptando individuos de refugios o rescatando de la calle. No solo vamos a evitar el sufrimiento de ése individuo, sino también el de los cientos que engendraría- directa o indirectamente- en las calles y colaboraríamos con la erradicación del tormento de los criaderos intensivos y el mercado de venta animal en general. 



Castración  
 

La segunda solución a la sobrepoblación animal es castrar y esterilizar a los animales que lleguen a nuestro cuidado. La castración es una mutilación y surge, a veces, el cuestionamiento de si es justo someter a los animales a ella. Yo opino lo siguiente...


Mantener a los Gatos Dentro
 

Los gatos y los perros han viajado junto al ser humano para expandirse a todas partes del mundo. El inconveniente, además de los evidentes, es que estos animales son depredadores. Y allí donde los llevamos, exponemos a las especies nativas a una nueva amenaza. 

Consideraremos a los perros más adelante. Por el momento, hablaremos de los gatos y su relación con las aves. 

En las Ciudades, el único grupo de vertebrados que ha logrado, limitadamente, convivir con el ser humano son las aves. Pero no es una vida sencilla, porque deben sobrevivir a las tramperas de algunos tarados, a las hondas de algunos mocosos, a la fumigación descontrolada de las plaza, y finalmente, a los gatos. 

Los gatos callejeros deben ser esterilizados y, de ser posible, dados en adopción. Pero lo irónico es que, incluso al cuidado humano, continúan siendo una amenaza para las aves porque su comportamiento es justificado con complacencia. ¡Como si permitirle un gusto al gato fuera más importante que la vida de un ave!

La naturaleza de los gatos es cazar, y al menos en el sub-continente sudamericano, había ya otras especies de gatos por lo que para las aves, este tipo de depredador no es nada nuevo (como suele serlo en el caso de aves isleñas). Sin embargo, antes habían millones de aves en Buenos Aires…hoy habrá mil…pero sigue habiendo millones de gatos.

Nuestro gato es cuidado en casa; está bien alimentado, duerme con calma, seguramente no tiene los gastos energéticos de mantenerse sexualmente activo (y si los tiene, lea la sección anterior), no tiene enemigos de ningún tipo. El ave, por otra parte, debe ocupar todo el día para conseguir el alimento que necesitaba para mantenerse con vida, se esfuerza en buscar pareja, en construir un nido, en colocar sus huevos y, finalmente, en alimentar y proteger a sus crías para poder mantener así a su especie.

No es una pelea justa, por tanto, no podemos permitirlo con la complacencia de un biólogo que observa a un puma degollar a la cría de una llama. 

Y lo que es más: el gato a nuestro cargo no necesita cazar. Un juguete y algunas horas de cariño pueden reemplazar cualquier beneficio que obtendría. Los gatos deben permanecer dentro de la casa.  
 

El Tema de los Perros


En las Ciudades, los perros al cuidado humano no son un problema directo para la fauna silvestre, pero eso cambia cuando vivimos en zonas rurales o cuando decidimos llevarlos a reservas naturales. 

Al igual que los gatos, los perros son depredadores y debemos dejar de subestimarlos. Son igual de capaces de matar a un ave, y dependiendo de qué lugar estemos hablando, se han convertido en una amenaza importante para otras especies, como armadillos (mulitas), lagartos, tortugas, y otros animales de tamaño pequeño.

En zonas rurales, el perro debe permanecer en una zona cercada y, si lo llevamos con nosotros a disfrutar del aire de las montañas, tengamos la amabilidad de llevarlos con correa. 

  
No Liberar Animales


A veces heredamos un animal, o lo compramos en algún momento y de pronto nos empezamos a enterar de cosas que nos dejan horrorizados. Lo primero que se piensa (y en muchos casos, se hace) es soltar al animal. Pero esto es un error por varios motivos.

Desde el punto de vista del individuo, puede que no vaya a sobrevivir sin saber cómo conseguir su alimento o al ser atacado por otros animales (de otra o la misma especie). 

Si sobrevive y se adapta, el peligro es que él mismo se convierta en una amenaza para las especies locales, sea por una naturaleza beligerante (como ocurre con los estorninos) o por tener una mayor capacidad de adaptación y ser un competidor imponente de recursos escasos. La Introducción de Especies Exóticas es, de hecho, una de las tres principales causas de extinciones masivas. 

Entonces, si tenemos a cargo a un animal- especie e individuo- no nativo de la zona en la que estamos, lo más probable es que tengamos que hacernos cargo de él durante toda su vida (o darlo en adopción a quien pueda).


Rescates


En ocasiones, podemos toparnos con un animal silvestre que requiere de asistencia. Es muy importante no concurrir a cualquier veterinario. Cada especie tiene requerimientos específicos que no son necesariamente enseñados en el ciclo común de la carrera de veterinaria y que requieren un grado de especialización por parte del profesional. Veterinarios inescrupulosos pueden tomar un caso sin saber lo suficiente con tal de hacerse con el dinero. Otros tienen buena intención pero siguen sin ser aptos para el caso.

Esta lechuza tuvo su ala amputada por un veterinario. Al recibirla en tránsito, encontramos sus huesos expuestos y la herida gangrenada. El ala había sido arrancada. 


En ocasiones, también cometemos el error de llegar a los zoológicos. Los zoológicos no reciben animales comunes (no tienen valor comercial y por tanto no justifican el gasto) y los animales "raros" serán retenidos y mantenidos como parte de su exhibición.

Si los zoológicos realmente hacen rehabilitación como dicen (zoológico porteño, por ejemplo) pues es tiempo de que blanqueen sus operaciones. Si no tenemos acceso a datos oficiales de lo que ocurre dentro de sus instalaciones, no podemos aceptarlos como un recurso de conservación. 

Lo que sabemos es que comercializan especies entre ellos, que muchos directores de zoológicos tienen denuncias por tráfico de fauna y que la mayoría de los ejemplares en peligro de extinción dentro de sus instalaciones no son utilizados para ningún tipo de programa de reintroducción en sus hábitats naturales. 

Por tanto, en base a evidencia, los zoológicos son una amenaza más que un recurso.

Hay casos en que podemos ayudar nosotros mismos:


EL TEMA DE LAS AVES SILVESTRES.

Con respecto a otras especies, la solución es trabajar con guardaparques y veterinarios especializados de manera particular y apuntar a la instalación de centros de rehabilitacion de animales in-situ. Debemos supervizar el tratamiento y liberación del animal. Por el momento, los lugares disponibles que realizan operaciones confiables de rehabilitación y puesta en libertad de algunas especies son:





El centro de rehabilitación de aves rapaces dice trabajar con el zoologico de Buenos Aires. De hecho, utiliza sus instalaciones. Sin embargo, si contaran con el financiamiento necesario, es una actividad que podrían realizar en la misma reserva. Quizás pecando de cinismo, asumimos que esta alianza es un esfuerzo mínimo por parte del zoológico de limpiar su imagén frente a una sociedad que demanda de los zoologicos algo mas que exhibisionismo.






En caso de no encontrar solución con ninguna de estas instituciones, no duden en comunicarse con nosotros.

La Conciencia Animal

 
Traducción, Edición e Introducción: Astrid Strasser



Que un animal sea consciente implica, por un lado, que procesan interpretaciones subjetivas de sus experiencias físicas, emocionales (sintiencia) y de las experiencias que les tocan vivir. Adicionalmente, puede significar que reconocen su propia existencia y la existencia ajena, independiente de ellos, de otros individuos y de objetos en el ambiente. 


Si sabemos que todo pensamiento es producto de reacciones neuroquímicas y neurofísicas en el cerebro, la idea de una mente no física ya no es válida. Por tanto, sabiendo que somos producto de millones de años de evolución compartida, no es ilógico suponer que otras especies animales son consientes. Pero debido a que la subjetividad es un importante componente de la conciencia secundaria, resulta difícil comprobarlo.  

 
Las ratas liberaban compañeras encerradas en tubos aunque no se les diera recompenza y no se molestaban en abrir tubos vacíos ni tubos con ratas de peluche dentro. La empatía es una característica de la conciencia secundaria...y este es un excelente ejemplo de como el entendimiento humano sobre la conciencia de los animales no  garantizará un trato diferente a otras especies.  Ese es un problema que debe resolverse separadamente...y de manera urgente.  Foto. Normalizando lo Impensable: el tema de la Vivisección.


La subjetividad implica que las mismas reacciones físicas producen diferentes interpretaciones en distintos individuos. En los seres humanos, las interpretaciones subjetivas son comunicadas a través del lenguaje. Siendo que la enorme mayoría de especies no humanas no pueden comunicarse con nosotros de esta manera, asumir subjetividad es riesgoso.  


Cabe destacar que la sintiencia es considerada una forma de conciencia primaria y es reconocida en vertebrados, pulpos y condrictios. Si los animales no tienen consciencia de sí mismos y de otros como entidades independientes, esto no debería ser un justificativo para su maltrato y tampoco implica que sean menos merecedores de consideración moral. Y si fuera, de hecho, importante, la evidencia existente debería ser suficiente para instalar una duda sólida que impulsara un cambio inmediato al trato que reciben….como lo debería hacer, de por sí, la sintiencia.


Evolución de la Conciencia 



Se ha estimado que la conciencia emergió exclusivamente en los primeros humanos, exclusivamente en los primeros mamíferos, independientemente en mamíferos y aves, o en los primeros reptiles.  
 


John Eccles argumenta en su ensayo “Evolucion of Consciousness” que las adaptaciones anatómicas y físicas especiales de la neocorteza cerebral de los mamíferos dieron lugar a la consciencia. Otros estiman que los circuitos recursivos subyacentes de la conciencia son mucho más primitivos, habiéndose desarrollado en especies previas a los mamíferos, ya que mejora la capacidad de interactuar con ambientes sociales y naturales al brindar un “cambio neutral” que ahorra energía en un motor que, por otro lado, consume mucha energía.

Bernard J. Baars concilia ambas hipótesis, estimando que una vez desarrollado este “sistema interno de red”, bien podrían haberse desarrollado la base de las demás funciones de la consciencia en otros organismos.

 
Muchas especies de peces tienen vidas sociales tan desarolladas como varias especies de aves y mamíferos. Foto.  


Científico cognitivos como Douglas Hofstadter sostienen que es posible determinar la subjetividad animal estudiando el comportamiento de los animales y en el 2012, un prominente grupo internacional de neurocientíficos, neurofarmacólogos, neurofisiólogos, neuroanatomistas y neurologos computacionales    se reunión en Cambridge para declarar la consciencia animal en base a evidencia obtenida de la anatomía cerebral de otras especies vertebradas. 

 Thomas Nagel, filósofo norteamericano, estima la imposibilidad de acertar a ciencia cierta algunos de los aspecos de la consciencia. Defiende su argumento en:  What is it to be like a Bat? Descargar. Foto

Douglas Griffing presenta su evidencia en: Mentes Animales  Comprar 

Declaración de Cambridge 


Mientras que por mucho tiempo se asumió que la mente era un fenómeno no atado al cuerpo (dualismo; Descartes), ya por el 1700 había pensadores que sugerían lo opuesto: que el pensamiento era producto exclusivo de procesos físicos.  Esta hipótesis floreció a principios del siglo XX de la mano de conductistas como Ivan Pavlov, John B. Watson, y B. F. Skinner, quienes comenzaron a descubrir la relación entre estimulo y respuesta [realizando experimentos particularmente crueles en perros, monos y ratas] sin supuesta influencia de fenómenos mentales internos (conductismo). Para la década del 60, sin embargo, estas ideas comienzan a quebrar y debilitarse, dando paso al Cognitivismo. 
 

Thomas Henry Huxley defiende su teoría de que la consciencia es un efecto causal e inerte de la actividad neuroal en su ensayo  On the Hypothesis that Animals are Automata, and its History  Descargar



Karl Popper defiende la interacción mente-cuerpo como resultado de un proceso evolutivo con valor adaptativo en su libro  The Self and Its Brain a similar evolutionary argument. Comprar



Entonces: Nada está separado del cuerpo, pero los mismos procesos físicos generan reacciones diferentes en distintos individuos (subjetividad). Por tanto, no se trata meramente de reacciones frente a un estímulo.
 


Evidencia de Consciencia en otros Animales


Una de las maneras en que se intenta comprobar si los animales (y los infantes humanos) son conscientes de sí mismos es colocarles, mientras duermen, algún tipo de marca en una zona del cuerpo donde no puedan verse más que con un espejo.  Si al verse en un espejo, el animal dirige su atención directamente a borrar la marca de su propio cuerpo, se toma como indicativo de que tiene consciencia de sí mismo. 

 
Durante los últimos 30 años, numerosos animales han tenido éxito en la prueba del reconocimiento del espejo. A la fecha: elefantes, delfines, orcas, monos rehus, todos los grandes simios, urraca común e incluso hormigas! Foto


Hasta hace poco, se pensaba que el autorreconocimiento no podía darse en animales sin  neocórtex, y que estaba limitado a mamíferos con grandes cerebros y cognición social bien desarrollada. En 2002, James Rose argumentó que “los peces tienen un sistema nervioso que participa en efectivas respuestas de escape y evitación frente a estímulos nocivos, pero estas respuestas deben ocurrir sin consciencia del dolor, sufrimiento o angustia, como en los humanos, lo cual depende del neocórtex que ha evolucionado separadamente.” 

Investigaciones recientes han puesto en duda este razonamiento, estimando que la consciencia puede generarse en redes cerebrales subcorticales que cumplen las mismas funciones. Por ejemplo, ahora se sabe que los niños humanos que nacen sin corteza cerebral son concientes. En 2008, también se realizo la prueba del espejo en córvidos con resultados significativos en urracas comunes. 


Los mamíferos y las aves heredaron los mismos componentes cerebrales de su ultimo ancestro en común, hace 300 millones de años, y han, desde entonces, evolucionado independientemente y formado tipos cerebrales significativamente diferentes. Las pruebas del espejo y la marca demostró que la urracas [que no tienen corteza cerebral, como todas las aves]  era capaz de comprender que la imagen en un espejo era el suyo propio.

  
Los primeros Amniotas, grupo al cual perteneció el útlimo ancestro en común de aves y mamíferos, hace 300 millones de años. 




El test del espejo ha generado cierta controversia entre algunos investigadores debido a que se enfoca exclusivamente en la visión, cuando muchas especies se valen más de otros sentidos, como el sentido del olfato en el caso de los perros. 

Las neuronas espejo entran en actividad cuando un animal actúa y cuando observa a otro animal realizando la misma acción. Se han encontrado en primates y muchas otras especies, incluyendo aves. Aún no hay consenso con respecto a que significa poseerlas. Se estima que pueden ser importantes para entender las acciones de otros, y para aprender nuevas capacidades a través de la imitación, lo cual las vincula directamente a las capacidades lingüísticas. Las neuronas espejo también han sido vinculadas a la capacidad de sentir empatía.  Vilayanur S. Ramachandran ha especulado que pueden brindar una base neurológica a la consciencia.